El desgaste de los EPI es natural con el tiempo en cada rol de la empresa, incluidos los sectores administrativos. Por tanto, realizar cambios periódicos es fundamental para aumentar la seguridad y la prevención frente a los riesgos identificados.
A veces puede resultar complicado darle el destino correcto a esos zapatos que te protegieron cada día. Sin embargo, cuando se desgastan y dañan, los EPI pierden su resistencia frente a los riesgos y, en caso de accidente, pueden causar problemas al empleado. Por tanto, una adecuada sustitución garantiza buenas condiciones de uso y aumenta la protección contra enfermedades y accidentes.
Cumplimiento de la ley
Si es empleador, debe ser responsable de proporcionar PPE y garantizar que sus empleados lo utilicen correctamente en el desempeño de sus funciones. Por tanto, realizar la reposición en el momento adecuado y con una buena gestión garantiza el cumplimiento legal.
Cambiar periódicamente el EPP es crucial para las organizaciones con actividades que plantean riesgos para los trabajadores. Al fin y al cabo, contribuye a la excelencia en la seguridad laboral y preserva la salud de todo el equipo.
¿Con qué frecuencia es necesario cambiar el EPP?
Cambiar el EPI es una actividad que depende de varios factores, como la fecha de caducidad definida por el fabricante y el método de uso. Por ello, los profesionales del SESMT necesitan analizar el estado del equipo y su validez.
Y cabe mencionar que no existe ninguna norma o reglamento que determine la fecha de cambio o vencimiento de los EPI. Sin embargo, para que te hagas una idea de la vida útil media de algunos equipos de protección personal, las botas o zapatos de seguridad duran al menos seis meses.
Por este motivo, es necesario implementar una gestión eficaz de la seguridad laboral en su empresa y formar a todos los empleados sobre las mejores formas de conservar los EPI y cuáles son las señales para contactar con la SESMT y cambiar el equipo.
¿Qué debo tener en cuenta para el intercambio?
Por tanto, el cambio de EPI debe realizarse en varios casos:
- Cuando el equipo pase su fecha de vencimiento;
- Si hay algún cambio en el producto;
- Desgarros, golpes, partes rotas;
- Suciedad permanente que pueda influir en la eficiencia del equipo;
- Si deja de funcionar de cierta manera (ejemplo: cuando un respirador deja de filtrar);
Para el calzado de seguridad también es importante tener en cuenta:
- Si el Certificado de Aprobación está vencido;
- Si hay desgaste que deja los zapatos demasiado sueltos;
- Cuando la suela se está despegando;
- O cuando sientas que te provoca dolor o malestar continuo.
En todos estos casos, se debe devolver el equipo al profesional responsable para su análisis e identificación de lo sucedido. Si se determina la necesidad, el cambio de EPP deberá ser realizado por el empleador sin costo para el trabajador.
Si no se realiza el reemplazo del equipo, por desatención o negligencia por parte del empleador o trabajador, pueden ocurrir consecuencias como resultado.
Como ejemplo de ello podemos mencionar los accidentes de trabajo, contraer enfermedades profesionales, sin olvidar las multas y procedimientos judiciales para la empresa. Por tanto, cambiar los EPI en el momento adecuado es más que una obligación.
Es fundamental.
Ya sea por falta de atención o negligencia por parte del empleador o del trabajador, las consecuencias de no cambiar el EPI son muchas. Pero la buena noticia es que, aunque es necesario, este reemplazo no tiene por qué ser gran cosa.
Para asegurar la eficiencia en este proceso, un buen consejo es mantener una Hoja de Cálculo de Control de Stock, con detalles sobre los productos, como información sobre fechas de entrega y fechas de vencimiento.
